Todo empieza con una idea o un sueño.
La mayoría de emprendedores nacen cuando no están cómodos con sus hábitos o su trabajo y creen que tienen en las manos poder hacer un cambio en sus vidas a raíz de una idea o un sueño el cual pueden ejecutar para lograr su éxito a nivel personal y profesional.
Hay muchas características positivas que describen un emprendedor: Atrevido, oportuno, luchador, observador, creador… etc. Así es cómo muchas de las personas los ven. Sin lugar a duda, como individuo, es muy fácil decir que simplemente necesitas una idea, unos pocos recursos y las ganas suficientes para llevar a cabo una idea y poder cumplir el sueño con el que tantas veces has pensado, pero está claro que eso no es así. El emprendedor tiene algo que muchas personas no ven: Actitud y positivismo es lo que los diferencía del resto. Si todo fuera tan fácil como tener una idea o simplemente un sueño empresarial, todo el mundo sería emprendedor, pero la verdad es que muchos son los que lo intentan y solo unos pocos los que lo consiguen. ¿Cómo es que unos pocos lo consiguen?, ¿Tienen algo diferente al resto de emprendedores?, ¿Es cuestión de suerte? Pues la respuesta a estas preguntas es totalmente subjetiva. Seguramente muchas respuestas distintas son certeras.
En Mentyco queremos dar nuestro punto de vista del por qué hay emprendimientos de éxito y qué cualidades debe tener el emprendedor para conseguirlo.
Anteriormente, hemos citado algunas de las cualidades y atributos que todos vemos en el emprendedor junto a factores externos como la suerte que los acompañan. Sin lugar a duda esa es la parte superficial, la parte que reluce del emprendedor una vez cumplido su sueño después de haber ejecutado correctamente la oportunidad de negocio. Si indagamos un poco en el proceso de emprendimiento veremos que no todo es tan bonito, que antes de conseguir lo que han estado persiguiendo han vivido una montaña rusa de sentimientos negativos y obstáculos que han tenido que superar para poder estar dónde se encuentran, con una idea bien ejecutada y un negocio en funcionamiento.
Como personas, alguna vez nos hemos sentido solos y todos sabemos que es un sentimiento desagradable porque conlleva el desánimo y la baja autoestima al no sentirte querido o al sentirte incomprendido por tu alrededor. Remar a contracorriente es ardua tarea y está claro que solo unos pocos son capaces de hacerlo para perseguir sus sueños a pesar de tenerlo todo en contra. Éste, es uno de los sentimientos que combate el emprendedor y claramente pocas son las personas que anteponen su actitud verso a las emociones negativas con el afán de gestionarlas, crecer y salir adelante. A eso unimos el hecho de que el 20% de las empresas fracasan en su primer año de vida, el 30% en el segundo y un 50% a los cuatro años. El 68% de las startup que consiguen sobrevivir, alcanzan la rentabilidad en los cuatro primeros años desde su emprendimiento, por lo que consideramos de vital importancia el crecimiento personal y la autorregulación de emociones porque no se lleven los sueños los sentimientos negativos.
El desánimo es otro de los sentimientos que combaten después de jornadas interminables durante meses de sufrimiento y esfuerzo que al final, no sirven para lo que tenían pensado. La frustración de sentirse ineficiente, trabajar para nada y que al final, podían haber empleado las horas a la recerca o investigación en otros ámbitos relacionados con el proyecto que llevan entre manos es una dura sensación difícil de combatir. Pero es aquí, dónde el emprendedor empieza a hacerse fuerte, adquiere un apendizaje y consigue armarse de valor. Nadie más que él confía en su proyecto así que debe seguir remando a ciegas sin tener la certeza que el día siguiente podrá continuar su actividad.
Para poder salir adelante, deben combatir esos sentimientos negativos que son inevitables durante el proceso de emprendimiento. “Se trata de aumentar nuestra capacidad de sobreponernos a las barreras y nuestro grado de optimismo.” Joan Riera.
Otra de las preocupaciones e inseguridades de los emprendedores es la inexperiencia. Muchas veces, dejan de confiar en el potencial que tienen o en el conocimiento que les lleva a tener un pensamiento crítico frente a las oportunidades debido a la falta de experiencia. Miles de preguntes se les pasan por la cabeza por el echo que no han llevado a cabo ningún proyecto anteriormente, es por eso muchos de ellos abandonan por inseguridad o por poner a su instinto y conocimiento en duda. Los seres humanos, relacionamos emocionalmente por defecto el no haber intentado previamente cualquier cosa (inexperiencia) con el pánico y eso no debe ser así. Muchos emprendedores con un buen proyecto entre manos los dejan de ser por el pánico al fracaso y solo lo pueden superar con actitud, los que sobreponen al miedo su actitud son los que lo consiguen. Por eso, tenemos que dejar de relacionar la inexperiencia con el fracaso porque certeramente no van de la mano. Tenemos que empezar a relacionar lo opuesto, la actitud, la valentía y el positivismo con el éxito.
Los emprendedores deben confiar en sus relaciones y tenerlas como un soporte. En Mentyco ofrecemos ese soporte, con nosotros nunca te vas a sentir solo. Nos basamos en la confianza para conseguir el éxito personal y de negocio. Es por eso, que contamos con los mejores mentores para que te acompañen durante todo el proceso de emprendimiento aconsejándote, escuchándote y además dándote la señal cuando las cosas están saliendo mal para replantearlas, reestructurarlas y finalmente volverlas a ejecutar. Formamos equipo de trabajo con el objetivo de invertir la perspectiva negativa y convertirla en positivismo, parte de la clave del éxito de todo emprendedor.
Conseguir el éxito emprendedor, es imposible sin la reciprocidad de la confianza entre el mentor y el mentorizado. El rol del mentor es como el de un entrenador; no hace las cosas por ti pero te brinda las técnicas, estrategias, el soporte emocional y la motivación para lograr los objetivos que por ahora tan solo son un sueño para ti.